Descripción
Megapol 28-4 – Carbón activado en polvo para decoloración de vinos, azúcar y otros líquidos de la industria alimenticia.
Megapol 28-4 es un carbón activado vegetal pulverizado de origen madera, sometido a activación química para promover la formación de meso- y macroporos. El resultado es uno de los carbones con mayor grado de activación del mercado: combina una superficie comparable a la de materiales eminentemente microporosos con una estructura óptima para adsorber pigmentos, proteínas y grasas disueltas que generan color en líquidos alimentarios. Su finura —más del 80 % pasa malla 325— aporta cinética muy rápida, idónea para procesos en línea o de residencia corta.
Principales aplicaciones en la industria alimenticia
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Vinos blancos y rosados
Elimina polifenoles oxidados, antocianinas residuales y compuestos de humo, afinando el matiz amarillo-verdoso y retrasando la oxidación prematura. -
Ingenios azucareros
Con una capacidad decolorante de melazas ≥ 110, reduce el color ICUMSA en jugos y jarabes, facilitando la obtención de azúcar blanco clase 45 y disminuyendo el consumo de blanqueantes. -
Bebidas claras y jarabes
Atenúa tonos ámbar y olores residuales en refrescos, concentrados y bebidas energéticas, mejorando la transparencia sin modificar el perfil sensorial. -
Aceites comestibles (soya, canola, palma, oliva)
Adsorbe carotenoides, clorofilas y trazas de ácidos grasos oxidados, dejando aceites de brillo superior y mayor estabilidad oxidativa.
Ventajas operativas del carbón activado en polvo para decoloración.
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Cinética acelerada: partículas sub-45 µm reducen el tiempo de contacto a 5-15 min.
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Separación sencilla: forma tortas compactas en filtros prensa o centrífugas, minimizando pérdidas.
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Amplia ventana de proceso: estable de 10 °C a 90 °C y pH 2-11, apto para clarificación fría de vino o decoloración caliente de jarabes.
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Reactivos grado alimenticio: cumple con exigencias de pureza para industrias de bebidas y alimentos, facilitando auditorías BRC, FSSC 22000 o IFS.
Dosificación orientativa
Fluido |
Dosis inicial |
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Vinos |
50 – 150 g hL⁻¹ |
Jugos / jarabes de azúcar |
150 – 300 ppm |
Bebidas y siropes |
80 – 200 ppm |
Aceites comestibles |
0.1 – 0.3 % p/p |
Con Megapol 28-4, Carbotecnia ofrece a la industria alimentaria una solución eficaz, segura y flexible para obtener líquidos más brillantes, estables y competitivos.
Cómo funciona el carbón activado en la decoloración de azúcar de caña en los ingenios azucareros
La decoloración del azúcar de caña con carbón activado en polvo es un proceso crucial en la industria azucarera, no solo por una cuestión estética para obtener azúcar blanco, sino principalmente para estabilizar el producto. El azúcar mascabado o sin refinar contiene pigmentos naturales, compuestos fenólicos y melanoidinas. Las melanoidinas, por ejemplo, se forman por la reacción de Maillard durante el calentamiento del jugo de caña o remolacha, resultado de la reacción entre proteínas y azúcares reductores. Otros compuestos que dan color incluyen polifenoles, quinonas, clorofilas, carotenoides y pigmentos nitrogenados naturales. Al eliminar estas moléculas, se retiran también proteínas y otras sustancias que hacen al azúcar nutritiva y fermentable para bacterias y levaduras. De esta manera, se obtiene sacarosa casi pura, que ya no es fermentable y, por lo tanto, no se echa a perder.
El carbón activado es muy efectivo para este proceso porque atrae y retiene moléculas orgánicas no polares. Las moléculas orgánicas responsables del color suelen tener enlaces dobles conjugados (como en el benceno) y grupos cromóforos como el grupo aso, nitro (NO2) y carbonilo (C ligadura O), los cuales generan color. Además, los auxocromos como el hidroxilo o el amino no generan color, pero modifican o intensifican el color generado por otros grupos. Estas moléculas de color en la melaza suelen ser de tamaño pequeño a mediano, lo que permite que sean retenidas en los microporos y mesoporos del carbón activado. Se prefiere el carbón activado en polvo para esta aplicación porque permite un aprovechamiento total del material, facilita una dosificación exacta determinada en laboratorio, y la adsorción es rápida, generalmente completándose en aproximadamente una hora de agitación debido a su fina pulverización (malla 200/325). Después de la adsorción, el carbón debe ser filtrado, comúnmente con un filtro prensa, y a menudo se utiliza un filtro ayuda (como tierras de diatomeas o perlita) para evitar que el carbón se apelmace y tape la tela del filtro.
Cómo funciona la aplicación de decoloración de vinos blancos y rosados con CAP
La decoloración de vinos blancos y rosados con carbón activado en polvo es una aplicación crucial en la industria vitivinícola, principalmente por razones de percepción del consumidor y para alcanzar un estándar de color deseado. Aunque se les llama “vinos blancos”, a menudo presentan un tono amarillento, y si una cosecha resulta con un color más oscuro de lo habitual, es necesario reducirlo para que el producto final cumpla con el estándar de la bodega. El color en líquidos derivados de plantas, como el vino, se debe a una serie compleja de moléculas, no a una sola. Estas pueden incluir pigmentos naturales como polifenoles, quinonas, clorofilas, carotenoides, melanoidinas (formadas por la reacción de Maillard durante el calentamiento), y pigmentos nitrogenados naturales. Al eliminar estas moléculas que aportan color, se logra la consistencia visual esperada, especialmente en vinos de menor costo donde el público no suele aceptar variaciones significativas de color entre añadas.
El carbón activado es muy eficaz en este proceso debido a su capacidad para atraer y retener moléculas orgánicas no polares. Las moléculas responsables del color en el vino suelen ser orgánicas y contienen estructuras como enlaces dobles conjugados, grupos cromóforos (como el grupo azo, nitro y carbonilo) y auxocromos (como el hidroxilo o amino) que modifican o intensifican el color. Estas moléculas son adsorbidas en los microporos y mesoporos del carbón activado. Para la decoloración de vino, se recomienda el carbón activado en polvo (CAP) de madera de pino, activado con ácido fosfórico, ya que este proceso de activación química crea poros más grandes (macroporos) que son ideales para retener moléculas de color que pueden ser de tamaño mediano o incluso macromoléculas como los taninos, que son frecuentes en productos de origen vegetal. La aplicación del carbón en polvo ofrece la ventaja de un aprovechamiento total del material y permite una dosificación exacta determinada en laboratorio. Después de la adsorción, que generalmente se completa en aproximadamente una hora de agitación, el carbón debe ser filtrado, comúnmente utilizando un filtro prensa y un filtro ayuda (como tierras de diatomeas o perlita) para evitar que el carbón se apelmaze y obstruya la tela del filtro. Es importante considerar que, si bien el carbón elimina el color, también puede modificar las notas del vino.
